Para mantener el granito blanco en perfectas condiciones y evitar la acumulación de grasa, sigo una rutina de limpieza bastante rigurosa. Cada mañana, limpio la superficie con una solución suave de agua y jabón, asegurándome de secar completamente después. ¿Por qué insisto tanto en esto? La razón es que el granito blanco, aunque resistente, es poroso y puede absorber grasa y otros líquidos si no se limpia adecuadamente. Un estudio encontró que alrededor del 60% de las manchas en superficies de granito se deben a la grasa que no se elimina a tiempo, provocando manchas difíciles de quitar.
Además, utilizo productos selladores específicos para granito, al menos una vez al año. Este sellador actúa como una barrera, reduciendo la absorción de grasas y otros líquidos. Los expertos recomiendan renovar el sellador cada 12 meses para asegurar que el granito mantenga sus propiedades hidrofóbicas. Un sellador de calidad puede durar hasta 5 años, pero prefiero no arriesgarme y hacerlo anualmente. De hecho, un sellador cuesta entre 15 y 30 euros por litro, una inversión relativamente baja que protege una superficie tan valiosa.
Si alguna vez me encuentro con una mancha de grasa rebelde, no me estreso. Preparo una pasta de bicarbonato de sodio y agua, la aplico sobre la mancha y la dejo actuar durante horas, incluso toda la noche. Este método ha sido probado y se menciona en múltiples estudios de limpieza doméstica como uno de los más efectivos para manchas de grasa en granito. El bicarbonato de sodio es alcalino y ayuda a disolver la grasa sin dañar la superficie. Al día siguiente, simplemente limpio la pasta con un paño húmedo, y la mancha desaparece como por arte de magia.
Soy bastante cuidadoso con lo que uso en mi cocina. Evito limpiar la superficie del granito con productos ácidos como el vinagre o el limón. Estos productos pueden dañar el sellador y hacer que el granito sea más susceptible a la grasa y otras manchas. Por ejemplo, un experimento realizado en 2019 demostró que el uso continuo de vinagre puede reducir la efectividad del sellador hasta en un 40%. Así que prefiero utilizar productos de limpieza específicos para granito, disponibles en la mayoría de las tiendas por un precio de entre 5 y 10 euros.
Pienso que otro aspecto importante es la prevención. Siempre uso tablas para cortar y salvamanteles cuando trabajo con alimentos grasos o aceites. Las manchas de grasa son más fáciles de prevenir que de eliminar. Además, esto también protege la superficie de posibles rayaduras que puedan comprometer su integridad. En promedio, las tablas de cortar de buena calidad rondan los 20 a 30 euros, una inversión mínima comparada con el costo de remover manchas o reparar granito dañado.
No solo me preocupo por la limpieza diaria, sino también por la limpieza profunda mensual. Lava el granito con una solución de agua tibia y amoníaco en bajas concentraciones. El amoníaco es uno de los pocos productos que se ha comprobado que no daña el sellador, siempre y cuando se diluya correctamente. Utilizo esta mezcla en una proporción de 1:10 (1 parte de amoníaco por 10 de agua) para asegurar que no haya efectos adversos. Este método también fue respaldado por la Asociación de Profesionales del Mármol y el Granito en un informe de 2020.
Finalmente, y no menos importante, siempre tengo cuidado con los derrames. Los limpio inmediatamente, sin dejar que se sequen o que penetren en la superficie. Esto es crucial para cualquier superficie de cocina, pero especialmente para el granito blanco, donde las manchas son más notorias. Me parece sorprendente que, según una encuesta realizada por una popular revista de decoración, el 72% de las manchas que afectan las superficies de granito blanco se deben a derrames no limpiados de inmediato.
Sigo estos pasos porque quiero que mi granito blanco luzca siempre impecable y libre de grasa. Los resultados han sido más que satisfactorios, y puedo decir con confianza que mi granito se ha mantenido como nuevo a lo largo de los años.